En este relato, predominantemente blanco, resuena una palabra de negros: ¡tango!

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Nadie puede poner una cadena en el tobillo de su prójimo sin tener el otro extremo alrededor del cuello. 

Fredrick Douglas

 

En 2022 ocurrieron varios eventos importantes para la escena del tango; sin embargo, destaco dos de ellos: por fin hubo una tregua con la pandemia y se realizó, de manera semipresencial, el clásico Mundial de Tango en Buenos Aires. Esto es relevante para un baile que ocurre en un contacto estrecho, más precisamente, en un abrazo, ese gesto que se nos prohibió a causa del COVID-19, el cual impuso una radical distancia entre los cuerpos.

El segundo evento –uno de los acontecimientos más grandes para la danza rioplatense– volvió a reunir en una versión híbrida (virtual y presencial) a cientos de parejas de todo el mundo para competir por los trofeos de dos importantes categorías: tango salón y tango escenario. Contra todo pronóstico, los cuerpos volvieron a encontrarse al son de esta maravillosa danza.

En este contexto, participaron Jorge Padilla y Stefany Ortiz, pareja núm. 142 del campeonato que llegó a la final en ambas categorías, representando, como es usual, a otra de las capitales tangueras del mundo, Medellín, Colombia. Jorge es director artístico de la academia “Chetango” y comparte junto a Stefany la tarea de formar a las próximas generaciones tangueras en el país hermano, en el que –valga recordar– murió y se inmortalizó la figura del célebre cantante Carlos Gardel.

Año tras año, asisten al Mundial de Buenos Aires parejas colombianas, pero en esta ocasión, la dupla logró captar la atención de muchxs trayendo al escenario un baile cargado de historia. ¡Mira su participación antes de seguir leyendo!

El tango interpretado por Jorge y Stefany nos ofrece varias aristas para ser analizado. Vemos en su performance una ejecución dancística impecable que se potencia con un ejercicio narrativo a través de la música que hace de su propuesta una joya indefectible que nos lleva a ahondar en la historia del tango-danza. La pieza elegida se llama “Festejando”, una composición concebida por Héctor Stamponi e interpretada por la orquesta de Osvaldo Pugliese en el año 1963. En este punto, habiendo visto la puesta en escena, la pregunta es clara: ¿cuál es la relación entre tango, festejo y esclavitud?

La respuesta no es tan simple; sin embargo, la música, acompañada por una introducción con distintos pasajes, nos ofrece una guía. La pieza inicia con dos registros, un edicto del 26 de septiembre del año 1807, establecido por la Resolución del Cabildo de Montevideo en el que en común acuerdo con el gobernador Francisco Javier Elío se dijo:

“Sobre tambos, bailes de negros. Que respecto a los bailes de negros, son por todos motivos perjudiciales se prohivan absolutamente, dentro y fuera de la Ciudad, y que se imponga al que contrabenga el castigo de un mes á las obras públicas”.

Y una denuncia recabada por el investigador Ricardo Rodríguez Molas y que fue realizada en 1789 por Manuel Warnes, funcionario del cabildo de Buenos Aires, solicitando que:

“No se permitan semejantes bailes y juntas las del tango, porque en ellas no se trata sino del robo y de la intranquilidad para vivir los negros con libertad y sacudir el yugo de la esclavitud”.

Ambas citas reflejan el racismo de la época y dejan ver la pugna en materia de orden público por la participación de la comunidad afroporteña en las dos capitales del Río de la Plata.

En este relato, predominantemente blanco, resuena una palabra de negros: ¡tango! Óscar Escalada nos recuerda que el vocablo tango tiene una raíz etimológica del bantú, familia lingüística africana en la que traduce: círculo, reunión, sociedad. Esta era la palabra con la que a finales del siglo XIX eran llamados los “bailes de negros” realizados clandestinamente a las orillas de la ciudad. También conocidos como tambos, las reuniones que allí se llevaban tenían fines rituales, fiestas que fueron penadas por sus costumbres fuera de la moral dominante y consideradas como bailes bárbaros, lúbricos y demoníacos.

El tango como gesto de libertad no ha sido un camino fácil. La historia oficial ha ocultado figuras y motivos de origen africano relevantes para la consolidación de la música y el baile. A pesar de ello, el baile popular no se ha alejado de su sentido simbólico primordial: la danza como forma de reconciliación y resiliencia. Si bien es necesario reconocer el relato de despojo que da forma al tango, este es también un camino para nutrir una narrativa desde la celebración en la que el tango fungió como estrategia colectiva para re-existir.

Jorge y Stefany han bailado para resignificar la memoria de las personas esclavizadas que, traídas contra su voluntad desde África, hicieron de esa tierra ajena, una propia, que lograron readueñarse de sus cuerpos para honrar una lucha y, desde allí, contar una historia de victorias, justicia y belleza. Hoy, este es el gran festejo. 

 

Tango: fiesta y libertad

Por: Cinthya Alejandra Quintero Garzón

Leídos por: Scarlet Estrada

Afrochingonas, octubre de 2023

 

Bibliografía

Castaño Morales, Lorena, et al.  Jorge Padilla, de la ingeniería de sistemas al Mundial de Tango.
https://bitacora.eafit.edu.co/entrevistas/jorge-padilla-de-la-ingenieria-al-mundial-de-tango/

Rodríguez Molas, Ricardo. “Aspectos ocultos de la identidad nacional: los afroamericanos y el origen del tango”. Ciclos, Año 111, Vol. 111, Nº 5, 2do. semestre de 1993, pp.147-160.

Escalada, Óscar. “Investigación sobre la etimología de la voz tango y su evolución”.
http://www.elortiba.org/old/pdf/tango.pdf

Cinthya Alejandra Quintero Garzón

 

 

Bogotana residente en tierra cholulteca. Maestra en Estética y Arte de la BUAP y doctora del programa Creación y Teorías de la Cultura de la UDLAP. Docente, investigadora y bailarina de tango. Co-creadora del podcast Milonguitas Conversas (Spotify) y de la milonga El Frenesí, un espacio para compartir el tango desde la diversidad.