La mixtura y En punto de Lua

por Arte

Lo quiero pensar, como el evento, que trilló el camino en la constitución de nuestras individualidades siempre atadas a las mitológicas

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La mixtura 

Más que en una mixtura nos convertimos en olvido.
Fuimos poco a poco suprimiendo, enterrando, evitando,
relegando de nuestra memoria ese lugar donde fuimos la
tribu, pero, en la mirada, en el habla, había un tufo, un halo
que revoloteaba sobre las cabezas de aquellos que no
habitamos ese tiempo. 

A algunos nos tocó, como las aves migratorias buscar lugar
para ser, volar a otros espacios con otros olores, colores,
miradas desde donde dimensionar nuestra existencia para
poder seguir. 

Al salir nos encontramos con: Los motorizados, la
muchedumbre que gozaba mucho; gente que iba y venía.
Nunca se quedaba 

El orgullo de la negritud, la migración de los del norte que
culminó en la estigmatización de todo, la disco con sus
cuartillas de clerén, las hortalizas, con sus arrozales y el amor
por Tío Ho. 

La casa de principios de siglo: reminiscencia de ese otro
pasado a la inglesa. Las ideas políticas que nos dividieron y la
gran avenida que nos condenó a ser marginados por los
siglos de los siglos. 

En punto de Lua 

Quiero mirar lo vivido, como un punto de quiebre en la
historia de la isla. Nuestra isla. 

Un momento importante, álgido, donde el agua entró a lugares
insospechados: limpió y luego se escurrió. Lo quiero pensar,
como el evento, que trilló el camino en la constitución de
nuestras individualidades siempre atadas a las mitológicas
concepciones del espacio vital que nos tocó.
Como Ella, que
iba tras “el gran Toro” poseída con ganas de bebérselo todo. 

Quiero pensarnos en otro plano.
Imaginar, que sentimos lo sagrado en esta corporeidad.
En tiempo mítico
En punto de Lua
En otro tono, como una historia, que por lo siglos de los siglos
se sigue, seguirá repitiendo en otras carnes.

Quiero imaginarnos, como legado de esas historias
cimarronas, olvidadas por los relatos oficiales. Los dos
espíritus cimarrones de la isla, que a destiempo y en medio del
vendaval fueron espíritus que deambulan por las callejuelas de
la isla y las grandes alamedas.
Dos espíritus hablando el lenguaje de las almas, el dialecto
enterrado y solo en estas tierras. Dos espíritus cimarrones de
la isla. 

En punto de Lua. 

Se comunican en la distancia, a través del pensamiento.
El viento que viene del sur,
tu silueta, la noche, el rostro, mi esencia, tu presencia. Dos
espíritus cimarrones que trascienden tiempo y espacio
Espíritus cimarrones de la isla. 

La mixtura y En punto de Lua

Por: Alicia Méndez Medina

Leídos por: Marbella Figueroa

Afrochingonas, octubre de 2023

Alicia Méndez Medina

 

Nací en Santo Domingo, República Dominicana, el 6 de junio de 1986,crecí en la barriada de Herrera en Santo Domingo Oeste. Estudié Arte Dramático mención dramaturgia en la Escuela Nacional de Arte Dramático (ENAD).

He trabajado cómo reportera, locutora, escribo sobre las desigualdades sociales, el desarraigo, las fronteras y el amor, el desamor. Actualmente trabajo en radio.