El reconocimiento de la afrodescendencia en El Salvador
El Salvador, el país en el que vivo, es uno de los más racistas que hay, porque no se reconoce siquiera la existencia de la afrodescendencia.
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Llevo cuatro años aprendiendo de mi historia. Si bien es cierto que cuatro años son poco, llevo 29 años siendo negra. El Salvador, el país en el que vivo, es uno de los más racistas que hay, porque no se reconoce siquiera la existencia de la afrodescendencia. Sus argumentos son que no tenemos costas en el Mar Caribe y, el más usado, es que en 1933 el presidente Maximiliano Hernández Martínez promulgó una “ley de expulsión” para todas las personas negras que habitaban el país. Esto jamás pasó, esa ley no expulsó personas, según el Diario Oficial de esa época, se ordenó regular la circulación y permanencia de chinos, turcos, gitanos y afrodescendientes.
Cuando llegaron los españoles trajeron con ellos barcos con personas africanas esclavizadas, estas personas estaban por todo el país. Vivieron aquí, se casaron aquí, hicieron familias aquí y nos dejaron su herencia cultural y genética, lo cual es evidente en muchos detalles, como en la cocina, en nuestro idioma (muchas palabras tienen raíces africanas), nuestros rostros, cuerpos, cabellos y, por supuesto, nuestra piel.
Una de las cosas más incómodas que tenemos que vivir a diario es que, al buscar empleo, en las escuelas y universidades, el cabello liso es un requisito, porque “es más presentable y formal”. Que se relacione la belleza con qué tan blanco eres y escuchar frases como “mejorar la raza” es parte de nuestro día a día. En más de una ocasión me han dicho cosas como: “vos no sos negra, vos sos morenita bonita”. Sé que no tengo que explicar porqué todo en esa frase está mal y cuando me lo han dicho ni siquiera tengo palabras para responder. Es molesto, es un abuso que la amnesia social de este país nos haya borrado a tal punto que no importa lo que digamos. No nos ven como lo que somos, porque llamarnos negros les parece ofensivo y no quieren aceptar que las personas afrodescendientes existimos. Es algo mal visto por la mentalidad colonial y eurocentrista del país.
Solo existe una organización en El Salvador que lucha por obtener el reconocimiento de las personas afrodescendientes. La fundadora, Ana Yency Lemus, se inspiró para luchar en la vida de su abuela, porque nunca terminó la escuela, debido al bullying que vivió por ser negra. El colectivo AFROOS (Afrodescendientes Organizados Salvadoreños) lleva doce años trabajando: han llevado piezas de correspondencia a la Asamblea Legislativa, organizan cine fórums, cursos, eventos, escuelas de afrodescendencia y en vivos. Hemos tenido ya varias publicaciones en periódicos locales, incluso, ha sido parte de eventos internacionales. Ana Yency y yo hemos sido las únicas participantes del país en la EscuelAfro de Ashanti Perú y tenemos un documental hecho con cooperación internacional, llamado “La Tercera Raíz”. Este documental recoge la historia no contada del país sobre la presencia africana en El Salvador. Cada vez hay más personas que se suman a la organización y se reconocen como afrodescendientes.
Es una lucha constante en la que hay que soportar todo tipo de comentarios de personas que piensan que esto sólo es invento nuestro. Hay evidencia histórica, investigaciones de antropólogos y politólogos. Aún así, debemos soportar que no nos vean, que desinformen y que por ende, haya muchas personas que piensan que no existimos. “¿Cuáles negros?”
Sí hay avances pequeños, pasitos que nos reafirman que esta lucha vale la pena. Cada vez son más los que se suman, hace unos años era casi imposible que alguien dijera: “soy afrodescendiente”. Ahora somos un grupo más grande, más informado y con más ganas de seguir gritando para que se nos reconozca y no se nos niegue nuestra historia.
El reconocimiento de la afrodescendencia en El Salvador
Escrito por: Leslie Alvarenga
Leído por: Scarlet Estrada
Afrochingonas, febrero de 2024
Leslie Alvarenga Cuadra
Afrosalvadoreña, psicóloga y miembra de Afrodescendientes Organizados Salvadoreños (AFROOS). Realiza su trabajo y activismo con la fundación y a la vez con el contenido que escribe y publica en sus redes. Quiere enfocar su trabajo en niñas y mujeres afrodescendientes enfocandose en salud mental y educacion sexual integral.
Felicitaciones Leslie , muy original su aporte al reconocimiento de la existencia dee la población afrodescendiente en El Salvador.
Sin duda una gran labor la que hacen las colectivas Afrosalvadoreñas frente a años de borrado histórico.