No es una guerra, es un genocidio: una breve introducción a la solidaridad con el pueblo palestino

En las calles de la Ciudad de México y, sin duda alguna de muchas otras ciudades a lo largo de Latinoamérica, se escuchan las consignas: “No es una guerra, es un genocidio” y “desde el río hasta el mar, Palestina libertad”, provenientes de un grupo de personaes que usan kuffiyas y alzando banderas blanco, negro, verde y rojo.  

Pero, ¿qué significan estas consignas? 

• Limpieza étnica y sus consecuencias

El 7 de octubre de 2023, comenzó lo que hoy conocemos como el genocidio en Gaza. Este fue precedido por un ataque en Israel por parte de las brigadas militares de Hamas. El objetivo de esta sección es contextualizar lo sucedido el 7 de octubre para aclarar que caracterizar los ataques de Israel a Gaza como “autodefensa” es replicar discursos imperialistas que buscan maquillar la brutalidad de la ocupación, la limpieza étnica y el genocidio. 

En La limpieza étnica de Palestina, el historiador judío Ilán Pappé explica que, aunque el genocidio no siempre es una realidad militar activa, la limpieza étnica está incrustada en las raíces del proyecto nacional israelí. Esto quiere decir que está presente en las operaciones diarias de sus instituciones militares, gubernamentales, culturales, educativas y sociales. La limpieza étnica avanza como una especie de rutina. Es una máquina que, una vez prendida, puede moverse sola. Uno de los ejemplos más claros de esto es la discordancia entre el recuento de lo sucedido en 1948 por parte de Israel y por parte de Palestina. El 30 de abril es recordado por el Estado de Israel como el día de la independencia. El pueblo palestino lo recuerda como la Nakba o “Catástrofe”, pues conmemora el inicio del desplazamiento y asesinato masivo del pueblo palestino. Lo que para el estado de Israel representa la autonomía es para el pueblo palestino un recordatorio del trabajo constante de la máquina automatizada que es la limpieza étnica.

Lo cometido por Hamas el 7 de octubre de 2023 no se trata de un algo espontáneo, se trata de un acto de insurgencia como respuesta a los más de 70 de años de sometimiento político, social y militar que ha vivido el pueblo palestino. En este sentido, más allá de “apoyar” o no a Hamas, es importante contextualizar sus acciones. De esta forma, podemos comenzar a entender que los bombardeos que comenzaron el 7 de octubre no son autodefensa, son parte de una larga historia de violencia, limpieza étnica y genocidio. Debemos recordar también que Gaza ha estado bajo bloqueo militar desde 2007 y 2023 no es el primer año que sus habitantes pierden familiares, parejas y amistades por bombardeos israelíes. A diferencia de Cisjordania, Gaza se ha mantenido libre de asentamientos e israelíes desde 2014. El asedio militar y el bombardeo responden a un intento de conquista y ocupación extremo para completar el proyecto colonial sionista.

• El sionismo es un proyecto colonial 

Con frecuencia, se usa la religión para justificar la ocupación y expansión militar del estado de Israel. No obstante, ésta se alinea más con la violencia del colonialismo europeo del siglo XIX que con un motivo religioso. Ilán Pappé afirma que el sionismo representa la secularización y nacionalización de judaísmo. Las escrituras sagradas judías explicitan que no se regresará a Eretz Israel hasta la llegada del mesías, es por eso que muchos judíos ultra-ortodoxos no son activamente anti sionistas. El sionismo se aleja de las escrituras sagradas y sostiene que la tierra sagrada judía está poblada por “extraños” y debe ser repoblada por el pueblo correcto. 

Por otra parte, la ocupación del territorio palestino coincide cronológicamente con el colonialismo europeo (una ideología del saqueo y la explotación) y el milenarismo cristiano del siglo XIX (una ideología de la asociada con la idea de una “tierra prometida”). Previo a la creación del Estado de Israel, el territorio palestino estaba bajo el control del imperio británico. En la famosa declaración de Balfour, Lord Arthur Balfour promete un territorio nacional para el pueblo judío en Palestina. Más tarde, después de la Segunda Guerra Mundial, los ingleses delegaron la responsabilidad de la gestión de las tierras palestinas a las Naciones Unidas. Este órgano internacional hizo un plan que partió el país en pedazos y resultó en el desplazamiento de millones de palestinos a lo que hoy en día conocemos como Cisjordania, Gaza y Jerusalén del Este. 

• ¿Qué hacemos? 

En los noventa, el académico y activista de ascendencia palestina Edward Said introdujo el término “orientalismo”. Su objetivo era tener una palabra para describir la homogeneización de los países asiáticos bajo del concepto de “Oriente” y, a su vez, representar Oriente como un territorio extraño, exótico, peligroso y místico. Considero que para comenzar a entender el contexto político en el que están ocurriendo la ocupación del territorio y el genocidio del pueblo palestino podemos aprender de Edward Said y empezar a ver con ojos críticos la forma en la que los medios de comunicación hablan de Palestina y el resto de los territorios orientalizados. Palabras como “terrorismo” y  “autodefensa” están cargadas de intención. En este caso, la intención es pintar al pueblo palestino como carente de compasión y razón y al Estado de Israel como una víctima para justificar el genocidio, la limpieza étnica y la ocupación. 

Entender el problema es importante para formar parte de la solución. Por supuesto que no es necesario haber leído cientos de libros y artículos para ir a marchar o boicotear McDonald’s, pero hay que considerar que parte de nuestros esfuerzos deben dirigirse a corregir la narrativa mediática que legitima y justifica la opresión del pueblo palestino. Por otro lado, reitero que, si bien es importante tener toda la información no es absolutamente necesario. Estamos frente al genocidio más publicitado de la historia de la humanidad. No toma un sólo libro o artículo entender que está mal asesinar bebés y bombardear hospitales.

Quiero terminar invitándoles a formar parte del movimiento de solidaridad con Palestina. Hay lugar para todo tipo de esfuerzos en el movimiento. Les dejo algunas opciones:

• Señalar públicamente los discursos orientalistas, racistas e imperialistas que usan los medios de comunicación para justificar y encubrir el genocido.
• Unirse a los esfuerzos y campañas de boicot, desinversión y sanciones organizadas por BDS tanto a nivel internacional como a nivel nacional. Si no me equivoco, hay grupos organizados en nombre del movimiento BDS en toda Latinoamérica.
• Donar a una familia palestina. Hay cientos y cientos de familias atrapadas en Gaza que necesitan dinero para comprar comida, medicinas y materiales para hacer refugio. También hay quienes están intentando escapar de Gaza a través del cruce de Rafah y necesitan dinero para lograrlo.
• Compartir las campañas de GoFundMe de las familias palestinas que necesitan dinero.
• Ir a marchar para demandar que el gobierno corte relaciones diplomáticas y comerciales con Israel y se una a la demanda que levantó Sudáfrica contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia.

Fuentes consultadas 

Baconi, Tareq. Hamas contained: The rise and pacification of Palestinian resistance. Stanford, CA: Stanford University Press, 2020. 

Pappé, Ilan. The ethnic cleansing of Palestine. Oxford: Oneworld, 2023.

Said, Edward W. Orientalism. London, UK: Penguin, 2021.

No es una guerra, es un genocidio: una breve introducción a la solidaridad con el pueblo palestino

Cam Camaleón

Leído por: Scarlet Estrada

Afrochingonas, noviembre de 2024