La gentrificación: el nuevo racismo de México

por | Abr 1, 2025 | Espora

Jeriel propone entender el fenómeno de la gentrificación a partir del antirracismo, ya que se trata del desplazamiento de la gente y de todas sus formas de vida.

México se ha convertido en un país de moda para el turismo extranjero, ya que, además de la biodiversidad natural (y ficticia de las reservas hoteleras), también cuenta con una diversidad cultural enorme. Pero más allá del colorido panorama que este país ofrece, existe una realidad que difícilmente puede ser presumible y que, sin duda, ha dejado fuertes cicatrices en su población. 

Clasismo, racismo, discriminación, violencia, feminicidios y desapariciones forzadas son sólo algunos de los muchos cánceres que enferman y lastiman a la sociedad mexicana, pero una nueva enfermedad ha aparecido en escena, promete seguir creciendo y proyecta un grave problema social: la gentrificación

La gentrificación es un concepto de gran utilidad para comprender las transformaciones recientes de los centros urbanos de países de Latinoamérica. De acuerdo al geógrafo Michael Janoschka y al sociólogo Jorge Sequera, la gentrificación es un “proceso que va acompañado por una inversión inmobiliaria masiva que materializa y reconquista los centros urbanos para las clases pudientes”.

Este fenómeno social ha provocado que en las últimas décadas los gobiernos promuevan políticas públicas que tienen como objetivo desplazar a las clases populares de las áreas centrales. No es de suponer, que la gentrificación ha sido visible en varios estados de la República Mexicana, como Yucatán, Quintana Roo, Oaxaca y la Ciudad de México, siendo la colonia Condesa donde más se observa este fenómeno. Actualmente, estos espacios son considerados lugares de moda para el turismo, pues los servicios, costos e, incluso, reservas naturales como cenotes, playas y ríos se han hecho de uso exclusivo para los extranjeros.

La gentrificación, que se disfraza de desarrollo económico local, ha puesto en aprietos a la población local; no sólo por el tema de desplazamiento, sino también por la discriminación paulatina que se vive. Ejemplo de ello es el caso más reciente en el Café Muss de Oaxaca, donde comensales han reportado que tanto el menú como el servicio se lleva a cabo sólo en inglés, dejando en claro el desplazamiento social y la gentrificación de sus espacios. 

De menor impacto, pero tomando fuerza, vemos la gentrificación en Guanajuato, Puebla y Michoacán, donde cada día son más las movilizaciones y protestas de habitantes que reclaman la pérdida de espacios y zonas. En el caso particular de Michoacán, el turismo se ha convertido en uno de los sectores económicos de mayor relevancia, registrando cada año un mayor índice de afluencia turística, sobre todo, en los meses de agosto a diciembre, ya que en esta temporada hay un gran número de festividades tradicionales como el Día de Muertos, así como también actividades culturales de renombre como el Festival Internacional de Cine de Morelia. 

Sin embargo, no debemos olvidar que el 5 de junio de 2001, el Gobierno del Estado que en ese entonces estaba a cargo de Víctor Manuel Tinoco Rubí y el Presidente Municipal de Morelia, Salvador Galván Infante, desalojaron a vendedores ambulantes de distintas plazas y de los famosos portales de la ciudad, con la justificación de que impedían que los turistas admiraran la belleza de la capital michoacana y así “rescatar” el primer cuadro de la ciudad.

Veinte años después, estas plazas y portales se encuentran nuevamente invadidas por un comercio más “formal” y adecuado para los turistas, siendo evidente la obstaculización del paso peatonal, haciendo que la misma población se sienta desplazada de sus propias calles. Peor aún es la aplicación del Derecho de Admisión en restaurantes, bares y antros que, pese a que está PROHIBIDO ANTE LA LEY, es muy común en todo el país.

Estos actos nos deben llevar a reflexionar sobre qué papel está jugando el turismo extranjero en la aplicación de políticas públicas y hasta qué punto nuestras autoridades parecen estar más pendientes de complacer a este sector, más que a sus propios habitantes.

Jeriel Vargas Ambriz

Jeriel Vargas Ambriz

Jeriel Vargas Ambriz

Mujer afromexicana y madre autónoma. Egresada de la Facultad de Historia de la UMSNH, periodista y colaboradora en medios de comunicación desde hace más de diez años. Integrante del Colectivo Afromichoacan, y del Grupo de Danza Africana Kani Kale Lázaro Cárdenas. Su meta es nunca dejar de aprender… los jóvenes tienen mucho que ofrecer.

Instagram: @ayotl15