Elecciones históricas en México: las puertas abiertas al racismo

por | Mar 14, 2025 | Espora

La jornada electoral del pasado 2 de junio fue histórica, no sólo porque Claudia Sheinbaum fue elegida como la primera mujer presidenta en México, sino también por la cantidad de comentarios racistas y mensajes repletos de xenofobia.

La jornada electoral de 2024 en México fue, sin duda, histórica. Por primera vez en la historia del país, hubo dos mujeres como candidatas a la presidencia y, para la fecha que estoy escribiendo este texto, tuvo como resultado a la primera presidenta de México. 

Lejos de analizar las repercusiones sociales, culturales y políticas de que una mujer sea Jefa de Estado, me gustaría puntualizar en una serie de sucesos que ocurrieron durante la jornada electoral. El 1 de junio de 2024, la actriz mexicana Laura Zapata, famosa por interpretar a villanas en telenovelas mexicanas, publicó lo siguiente en su cuenta de X:

ADVERTENCIA URGENTE

*Si ven a un Sudamericano, Haitiano, o Cubano en las Urnas, de inmediato pídele al Presidente, a los Representantes, Vigilantes y Observadores de la Casilla para que paren un momento la Votación, porque ahí mismo se tiene que solucionar y hasta parar actividades en tanto se aclara su Legalidad*

*Acto seguido llamar a IFETEL 8008337233 para que llegue la Autoridad Electoral a Revisar la Situación*

*Por Favor Comparte está informacion!!*

*DEFIENDE Y HAZ VALER TU VOTO!!*”

Cabe mencionar que la cuenta de X de Laura Zapata tiene un alcance de más de 200 mil personas. Esta declaración le abrió las puertas al perfilamiento racial en las elecciones, porque sólo bastaba con que “te vieras” sudamericano, cubano o haitiano (en otras palabras, que fueras negro) para que se pudiera vulnerar tu derecho al voto.

En grupos vecinales de diferentes ciudades del país se advertía estar al tanto de cualquier persona “sospechosa” de ser extranjera. De hecho, el día de las elecciones circuló un video en redes sociales en el que aparecía un hombre afrocubano, naturalizado mexicano, al que un grupo de personas acusaba de no ser mexicano. Intentaron impedir que este hombre fuera presidente de casilla, porque presumieron que era un inmigrante indocumentado que no puede aspirar a tener derechos, aún cuando el hombre vive hace 10 años en México.

Aparte de ser vulnerados los derechos de las personas negras naturalizadas mexicanas (y que nunca se cuestionó si personas europeas naturalizadas no pudieran votar), esta creencia también afecta a las personas negras mexicanas porque, si de por sí en cualquier día cotidiano se cuestiona nuestra nacionalidad mexicana, se otorgó de superioridad moral a cualquier persona afín a los ideales de la derecha para negarnos el acceso a la máxima actividad para la que sirve nuestra credencial de elector: votar.

De igual forma, viene a mi mente otro video que circuló por redes sociales donde un “cubano”, o sea, un hombre negro, lloraba en la toma de protesta de Claudia Sheinbaum, porque le daba tristeza que Mexico se convirtiera en un país comunista. Fácilmente, el video pudo ser descontextualizado y el sujeto pudo ser un hombre negro mexicano llorando y ya.

Cómo reflexión final, quiero profundizar en que, aunque fue la primera vez que se nombraron a las personas afromexicanas en una toma de protesta de un/a presidente/a y haya personas afromexicanas en el performance del bastón de mando, falta un largo camino por recorrer para romper con los estigmas que se tienen hacia las personas negras (mexicanas o no). Además que las discusiones del racismo anti-negro están muy lejos de ser discutidas en cualquier esfera del Estado que sólo se preocupa por poner a personas que no son afromexicanas para representar a las personas afromexicanas, pero eso es tema para otra reflexión.

Sin embargo, en mis cinco años militando en el movimiento, he notado algunas dinámicas que me han hecho reflexionar sobre cómo las personas negras mexicanas vivimos en un limbo constante donde, por una parte, se pretende borrar completamente nuestra existencia y, por otra, se tiene un interés excesivamente romantizador de querer reconocernos.

Me explico. A pesar de la ardua labor del movimiento afromexicano y de lxs aliadxs por defender nuestro papel como sujetxs de derecho en este país, es muy raro el día en que no me encuentre en una situación en la que mi negritud sea el parteaguas para que las personas tengan un trato discriminatorio hacia mí. A continuación enumero algunas:

  1. Que la gente piense que no soy mexicano y que tomen actitudes prejuiciosas como preguntarme de dónde soy y que, al responderles, me digan: “no, pero, ¿de dónde eres originalmente?”. O que se me acerquen hablándome en inglés, portugés o francés.
  2. Que la policía me detenga para catearme a la fuerza, porque piensan que soy un potencial criminal. 
  3. Que me nieguen algún servicio: en dos ocasiones (pese a que comprobé que soy mexicano) conductores de la plataforma Blablacar se negaron a aceptarme en sus viajes; pensaron que la Guardia Nacional iba a detenerlos por tráfico de migrantes.
  4. Que el Instituto Nacional de Migración nos pida identificarnos únicamente a mí y a las demás personas negras que viajamos en autobuses de una ciudad a otra.
  5. Que me hipersexualizen hasta en los espacios de menos socialización sexual por prejuicios racistas hacia la dimensión erótica de los hombres negros.

En aras de generar espacios para visibilizar a las personas afromexicanas y su cultura, se han hecho festivales, exposiciones artísticas, talleres, documentales, conversatorios, campañas de sensibilización, etcétera. Esto no quiere decir que todos los intentos hayan sido pertinentes y que hayan tenido beneficios para la comunidad.

Ha habido ocasiones en que la idea de visibilización ha resultado contraproducente para las propias personas afromexicanas. Viene a mi mente aquel cartel que se utilizó para promocionar el carnaval afro de Yanga, Veracruz, de 2008 que estelarizó una mujer haciendo blackface y que decidieron volver a exhibir en una exposición artística de afrodescendientes en México en 2021 como una prueba fiel de la cultura afromexicana.

Igualmente pienso en una de las imágenes que utilizó el ex secretario de Gobernación de Veracruz, Eric Cisneros, para “promover la cultura e identidad de los pueblos afrodescendientes” en espectaculares. Dicho ex secretario se mostraba encadenado junto a dos mujeres negras también encadenadas. Así mismo, recuerdo que en el Encuentro Cultural del Orgullo Veracruzano que se realizó en Yanga en abril de 2023, algunos colectivos creyeron que la mejor manera de rendirle homenaje a la cultura afromexicana era poniéndose pelucas rizadas y disfrazándose con “trajes africanos” que poco o ningún sustento histórico o antropológico tienen.

En menos de una cuartilla pude nombrar tres ejemplos claros de exotización, folklorización y romantización hacia las personas negras mexicanas, pero casos para analizar hay de sobra. No es raro que se creen espacios con la intención de “visibilizarnos” y que presenten grupos de música o danza “afro” que, sin ser afrodescendientes, tienen protagonismo porque tocan y bailan al ritmo de tambores y se visten con dashikis. Tampoco es raro que salgan productos audiovisuales donde se presente a las personas afromexicanas únicamente como danzas bonitas y turbantes.

Esto sucede porque la mera idea de lo que es “lo afromexicano” va a depender del grupo que haga dicha visibilización. Sin embargo, algo he notado en el tiempo que llevo inmerso en la militancia afromexicana: la prioridad de muchos grupos y colectivos afrodescendientes en México no es el combate del racismo, tampoco atender la precarización a la que se nos ha sometido durante años o divulgar pertinentemente la cultura e historia de las comunidades afromexicanas; sino mantener una imagen romantizada de lo que deberían ser las personas negras para ser “el buen negro”. El negro que es útil para el Estado, el negro bailador y exótico, el negro dócil. 

Oscar “Garrobo” González

Oscar “Garrobo” González

Oscar “Garrobo” González

Joven negro afromexicano originario de Veracruz. Pasante de Antropología Social en la BUAP. Entre sus ejes temáticos están la identidad, la sexualidad, la negritud, el racismo, la decolonialidad. Es uno de los fundadores y actual coordinador de la Red Nacional de Juventudes Afromexicanas.

Instagram: @garrobo0077